viernes, 23 de mayo de 2008

Venció el Estado

Por: Domingo Porfirio Rojas Nina

El accionar político de Miguel Vargas y José Joaquín Puello fue ejemplarizante en la jornada electoral terminada, especialmente el histórico mensaje del candidato presidencial cuando declaró a la República y al mundo: “Soy un demócrata, respetuoso de la Constitución y las leyes, que quiero profundamente a mi país. Acepto y reconozco los resultados de las elecciones”.

Cátedra de dignidad, pues si no lograron el triunfo tan merecido, estos ciudadanos moralmente resultaron victoriosos, porque muchas veces perdiendo también se gana, y como decía el líder contra la violencia Mahatma Gandhi, “la alegría está en la lucha, en el esfuerzo, en el sufrimiento que supone la lucha, y no en la conquista misma”.

No se arrepientan, porque ustedes continuarán siendo forjadores de anhelo y esperanza para nuestro pueblo tan sufrido, donde se utilizaron fondos del erario en una vorágine indeterminada, situación conocida por el pueblo y afirmada por la OEA y la Embajada norteamericana.

El Estado fue el vencedor y a través de él se consumaron acciones repudiables e imperdonables, y entre tantas y tantas, la semi- destrucción material, no moral, del Partido Reformista Social Cristiano, organización no ignorada por el actual mandatario y su gabinete, y solo hay que recordar que asistía a todos los actos y juramentación de los llamados “En Primera Vuelta”, entidad política que ofreció el triunfo en 1996 en bandeja de plata a quienes hoy gozan del Poder.

El gran Plutarco dijo: ¿Queréis conocéis a un hombre?, investidle de un gran poder”.

Vargas y Puello, constituyen dos reservas para la Nación, por sus luchas a favor de un ideal.

El equipo de dirigentes de su vibrante campaña electoral, los activistas, miembros y aliados del glorioso Partido Revolucionario Dominicano, así el sector externo a lo largo y ancho de la República, los directivos desde su presidente Ingeniero Ramón Alburquerque, el secretario general, doctor Orlando Jorge Mera, los vice presidentes, el valioso representante ante la Junta Central Electoral, doctor Virgilio Bello Rosa, quienes trabajaron en los colegios y juntas comiciales, la grandiosa y leal militancia, con algunas excepciones, merecen el reconocimiento a su enjundiosa labor, así el director de campaña Neney Cabrera, el asesor político Alfredo Pacheco y otros, son acreedores del reconocimiento a su enjundiosa labor realizada.

Nuevamente se impuso el Estado, como en la precandidatura del licenciado Danilo Medina.

Nuestras congratulaciones a los incansables integrantes de la Junta Central Electoral y a todos los que con firmeza trabajaron en ella en todo el país. Venció el Estado, dígase lo que se diga, y ahora visitarán pueblos y a ciudadanos a felicitarlos, si es que lo hacen, pero en el mañana muy pocos volverán a saludar, porque en el barco caben pocos y muchos se quedarán como Perico en la estaca.

Felicito a mi amigo Amable Aristy Castro, que lo hizo bien con su novedosa actividad humana, aunque víctima de la ingratitud y la deslealtad.

Nada es eterno. Venció el Estado. Amén.

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