miércoles, 30 de abril de 2008

Amor a Quisqueya "Solo un DETALLE en el momento extender la mano para dar"

Suena la cadena que sostiene el candado del portón de la entrada de mi casa. Una visita inesperada. Un hombre de edad mediana me saluda con una frase tradicional evangélica: “El Señor le bendiga”. Por la entonación dada a su estratégico saludo, me di cuenta que solo buscaba congraciarse con este servidor. El no se imaginaría que el efecto sería lo contrario a su intención.

Le devuelvo el saludo con cortesía pero con “el radar prendido”. Una vez en tema me percato que la persona venía por ayuda financiera. ¡Oh! Este hombre lleno de vida y energía, sin ningún pudor está en la entrada de mi casa mendigando. No me está pidiendo trabajo, me está pidiendo dinero. ¿Dónde está la dignidad de este ser humano creado a imagen y semejanza del Señor?

Sin perder la cortesía le reprocho su arrojada desfachatez. Su respuesta fue más osada aún: “Usted es rico, yo no”. Por segundos me sentí halagado, alguien me ha llamado rico. No era momento de discutir con el desconocido mi acaudalada fortuna, así que me enfoqué en lo que sí le quería dar, que no era necesariamente dinero.

“Precisamente por eso soy rico (asumí que lo era) porque doy, y al que da nunca le falta”. Fue mi respuesta. Así que por respeto a la dignidad del individuo, dignidad que el pobre hombre no reconocía en si mismo, no extendí mi mano hacia él. Aunque sospecho que nunca entenderá mi actitud.

Extender mi mano era dañarle; perpetuar conductas malsanas. Conductas que roban lo más valioso de un ser humano, su dignidad. Dignidad no es orgullo o arrogancia. No es independencia o autosuficiencia. Dignidad es el reconocimiento de la imagen y semejanza de Dios en nuestras vidas y en la vida de los demás.

Dios puso en nosotros la capacidad de crear, desarrollar, inventar, de construir, etc. Las dádivas a personas productivas le dañan y le destruyen la capacidad de explotar todo el potencial que Dios puso en ellos. Los hace dependientes de los demás. Cuando la verdadera voluntad de Dios es la interdependencia, no la dependencia.

La dependencia es vivir a expensas de los demás. La independencia es pensar o actuar como si no necesitáramos a los demás. Eso es orgullo. La interdependencia es cuando mutuamente nos ayudamos. Intercambiamos talentos, productos, ideas, esfuerzos. Es “no quedarnos dados”. Damos y recibimos; recibimos y damos. Es, en esencia “la economía” de Dios.

Desde luego que siempre tendremos los desvalidos, las viudas, los ancianitos desprotegidos, los huérfanos, entre otros. A éstos tendremos que ser sensibles, ayudarles sin lastimar su dignidad.

Meses después tuve otra visita. Un honorable hombre que podía tener más de setenta años. Podía ver en su aspecto las señales de su escasez financiera, pero pronto vería su verdadera riqueza. Al preguntarle en que podía ayudarle me respondió, mientras sacaba del saco que traía un gigantesco melón: “Solo quiero me compre este melón. Déme lo que usted crea por el”. De inmediato le pregunté: “¿De donde es usted?” Luego de contestar mi pregunta me relató que perdió parte su casita y sus pertenencias en un fuego.

Tomé el melón en mis manos sintiendo su peso y mirando su vivo color. Lo puse a un lado, y pidiéndole un minuto entré a la casa a hablar con mi esposa. La actitud digna del hombre era la llave de la bendición. Mi esposa tomó todo lo que pudo de la casa, artículos de baño, ropa de cama, comida y algo de dinero.

Echamos todo en una funda negra grande, de esas que se utilizan para echar basura. La funda pesaba por mucho, más que el melón. El anciano hombre estaba sorprendido por el sobreprecio de su melón; ¡Cuánto había adquirido por un melón! Por segundos pensé devolverle el melón para que lo vendiera mas adelante pero me acordé de su mayor riqueza, su dignidad.

En el mercado de Dios no se nos permite lastimar o aplastar la dignidad de los demás en las transacciones. En la economía de Dios la dignidad no se vende, no se negocia. Así que tenía que asegurarme que este ser humano hecho a imagen y semejanza de Dios saliera de este “negocio” agradecido pero con su dignidad intacta. Tomé el melón, le despedí y le bendije al salir. Hubo un verdadero intercambio. El nos bendijo con una saludable fruta, mi esposa y yo con artículos de primera necesidad.

Cuanto cuidado tenemos que tener al dar o al pretender ayudar a los demás. En ocasiones creemos que ayudamos pero lastimamos. Llenamos la barriga, resolvemos la urgencia de la persona, pero le destruimos su capacidad de participar en relación de dar y recibir. En ocasiones damos a otros para anunciar nuestra generosidad o piedad a la sociedad. Otras veces porque tenemos motivaciones personales muy egoístas.
No olvidemos, Dios ve lo profundo de nuestros corazones. Podremos impresionar a los demás pero Él no puede ser burlado. Dios recompensará, no conforme a cuanto dimos, sino conforme a la motivación con que dimos.

Por lo tanto, creo que aunque para dar hay que tener mucho cuidado, debemos hacerlo. Podemos recibir de los demás, ser auxiliados en momentos dados sin perder en el proceso nuestra dignidad.

“De deseos se muere el perezoso, porque sus manos no quieren trabajar; todo el día se lo pasa deseando. El justo, en cambio, da sin tacañerías”.

Proverbios 21:25-26
Por: Joaquín Pérez -Popín

domingo, 13 de abril de 2008

¿Con cuáles sectores cuenta Leonel para las elecciones?

RAIMUNDO TIRADO

Los peledeístas viven haciendo alardes de que ganarán en la primera vuelta, y han tratado de vender esa impresión a la opinión pública. Las encuestas pagadas por ellos, contrarias al sentir popular, cada día le aumentan unos puntos al candidato reeleccionista, para ver si los indecisos deciden al final votar por ellos, engañados por el espejismo creado.

Sin embargo, una simple hojeada a las simpatías de los diferentes sectores sociales, presenta un panorama sombrío a las pretensiones de los peledeístas de quedarse en el poder mas allá del 16 de agosto del presente año. Y nosotros nos preguntamos: ¿Con cuáles sectores cuenta Leonel en su afán de reelegirse? Veamos:

Los médicos. Todos hemos seguido de cerca la lucha que han seguido los profesionales de la medicina para lograr un aumento en los sueldos de miseria que devengan. El Gobierno ha prestado oídos sordos a sus reclamos, provocando diversas protestas y paros de labores de los galenos.

Los abogados. En este sector, que celebró recientemente sus elecciones gremiales, fueron derrotados los candidatos del PLD, no obstante todos los recursos utilizados, y las encuestas pagadas por ellos que siempre les daba a sus dirigentes ganancia electoral.

El sector transporte ha tenido serias dificultades con el Gobierno, porque este último ha desconocido todos los acuerdos tendentes a evitar que colapse el sistema de transporte público, debido al alto costo de los combustibles, repuestos y partes de vehículos. Los principales dirigentes de FENATRANO, por ejemplo, han decidido ponerse de acuerdo con el candidato del PRD, Miguel Vargas Maldonado, para que éste último asuma sus principales reivindicaciones. Los sectores sociales y comunitarios se han distanciado del Gobierno y su candidato.

La clase pobre ha sufrido los rigores de la falta de circulante, y el alza desmesurada de los principales artículos.

Las amas de casa viven ahogadas porque el dinero no les rinde para cubrir el presupuesto familiar.

El sector avícola se ha sumido en la bancarrota debido a la forma torpe como las autoridades enfrentaron y divulgaron la existencia de un brote de la gripe aviar.

Por eso, no se entiende cómo es que los peledeístas pregonan que ganarán en primera vuelta, cuando la demostración del pueblo, con casi todos sus sectores, apunta lo contrario.

miércoles, 9 de abril de 2008

La Balaguerización del Boschismo

Posiblemente los ex-presidentes de la Republica Dominicana. Dr. Joaquín Balaguer y Profesor Juan Bosch, se sorprenderían ante el grado de elasticidad aplicado a sus respectivas doctrinas políticas, por sus más relevantes discípulos.

Las trayectorias definidas, por las dos personalidades citadas, dirigiendo los destinos de la nación dominicana, sus enseñanzas políticas y el ejemplo de sus propias vidas, presentan dos caminos absolutamente diferenciados que de encontrarse en algún punto, estarían en el infinito. Paralelamente en el tiempo, ofrecían dos modelos de sociedad o dos concepciones de la vida esencialmente distintas, posiblemente ambas coherentes consigo mismas.

La acción política se abre paso, desde concepciones teóricas, para otorgarle sentido racional a la vida humana, en busca de un futuro mejor.
La práctica política enriquece con las variopintas aportaciones de las sociedades, los pretendidos logros de líderes políticos.

La realidad política, soportada en la realidad social, sorprende a veces con resultados que se escapan de las previsiones de futuro mas minuciosamente establecidas. Resultados obtenidos con arduos sacrificios de generaciones que se sucedieron en el sendero de la historia.

Respetando los criterios mencionados, Joaquín Balaguer y Juan Bosch difícilmente hubieran coincidido en un proyecto político único, para la Republica Dominicana.

Ambos líderes ofrecían opciones diferenciadas a la sociedad. Su propia coherencia intelectual impedía solapar las respectivas doctrinas, por ello ni podían ni deseaban confluir en el mismo proyecto político, para la nación dominicana. Fueron dos visiones intrínsecamente distintas, cada una de ellas con sus meritos, con sus logros y también con su acumulación de errores, consubstanciales a toda obra humana. El prisma de la historia les da el brillo que les pertenece.

En nuestra modesta opinión, rendimos homenaje a las dos opciones y a las figuras que supieron encarnarlas, sin duda su existencia fue positiva y forjadora de la sociedad dominicana en su conjunto. Sin embargo, nos preguntamos ahora, cómo se comportará una amalgama entre una ortodoxia de izquierdas, de rigidez mas que demostrada en el quehacer político, de resultados universalmente cuestionables y otra filosofía fundamentada en valores clásicos cuyo primer beneficiario no es el colectivo, sino la persona individual, cuya integración con los demás, conduce a las sociedades modernas, dinámicas por excelencia.

Ante dos concepciones insolubles, debemos observar la respuesta de la mezcla, seleccionando sus objetivos sociales, su enfoque económico, los valores culturales aceptados. En síntesis, cual será la justificación de renunciar a los propios principios políticos, aventurando el futuro del país a la creación de un hibrido entre dos polos opuestos, generando una nueva lógica desconocida por todos.

Deseamos sinceramente, comprender en breve, todo aquello que, hoy por hoy, no resulta explicable mas que por razones de conveniencia. Sin poner en duda la utilidad de las mismas, nuestro único temor es llegar a la conclusión de que alguien tenga la mente nublada y nos quiera situar a todos un velo en los ojos. Cuando una teoría propia no se puede aplicar se procura salir del marco teórico.

Profesor José Masdeu

lunes, 7 de abril de 2008

Carta a Leonel Fernández

Santo Domingo, D.N. 07 de abril del 2008

Excelentísimo
Dr. Leonel Fernández Reyna,
Presidente de la República,
Su Despacho.

Señor Presidente:

No es secreto para nadie que la consternación y el desaliento dominan hoy a la sociedad dominicana, invitada por sus aspiraciones de perpetuarse en el Poder, a asistir al sepulcro de los principios éticos que enarboló el Partido de la Liberación Dominicana a raíz de su fundación por el Honorable Presidente y Líder del PLD, Prof. Juan Bosch.

Con o sin su aquiescencia, no pocos de los falsos parteros del honor que medran a su alrededor, han convertido esta campaña electoral en un burdel depravado, seduciendo algunos dirigentes de la oposición para que entren en el redil del transfuguismo, apoyando su reelección, a cambio de prebendas o privilegios pagados por la pobreza nacional.

Como consecuencia de lo anterior no me cabe dudas de que usted reduce su investidura de Jefe del Estado, al corromper la solemnidad de los actos del gobierno, para enviar desde el propio Palacio Nacional, imágenes degradantes donde se cambian de manera bochornosa, principios y valores por prebendas que no sólo engrosan la nómina estatal, sino que al mismo tiempo lanzan en el más profundo cieno a personas de la clase política dominicana.

Es evidente que el presente ejercicio gubernamental dista mucho de la transparencia y equidad requerida por nuestros ciudadanos y ciudadanas.

Desde la cúspide del poder se implementan diariamente, acciones que debilitan nuestras instituciones y lesionan seriamente el sistema democrático.

En su calidad de Presidente de la República, usted tiene la grave responsabilidad de gobernar para todos los dominicanos y dominicanas y no para una minoría partidaria. Se ha entendido siempre que un gobernante no debiera estar signado por la soberbia, la autosuficiencia, la intemperancia, el odio, la inescrupulosidad y la inequidad, sino todo lo contrario, abanderado de la concertación, el equilibrio, la moderación, la protección y el fortalecimiento de los valores patrios y la búsqueda permanente del bien común.

Cómo es posible entonces, que usted desperdicie la oportunidad de ser un ente de moderación y desarrollo del país, para convertirse en un perturbador y degradador de las mejores prácticas políticas.


El país transita un sendero peligroso y de imprevisibles consecuencias para el futuro de la nación. El ambiente político se enrarece cada vez más, con las graves y frecuentes denuncias sobre el uso masivo, abusivo e ilegal de los recursos del estado para favorecer su reelección.

Como Jefe de Estado, usted estaba en la obligación de auspiciar una campaña electoral transparente, en donde se garantizara a los partidos políticos participantes, la igualdad de oportunidades. Jamás debería utilizarse el cargo de Jefe de Estado, para auspiciar, sin límites alguno, todas las aberraciones propias de los peores momentos de nuestra historia, como hoy sucede.

Usted no tiene derecho a atropellar a nuestro pueblo como lo está haciendo. Los recursos del Estado no deben ser dilapidados en vulgar clientelismo político, emulando las más enojosas y deleznables prácticas despóticas de nuestra América Latina. Su accionar tiene acorralada a la nación dominicana y eso podría costarnos caro a todos, incluyendo a quien desde el gobierno propicia ese estado de cosas.

Vivimos en un país altamente vulnerable, con graves problemas sociales, y lastrado por males que parecen insalvables. Somos un país rico en recursos naturales, donde las energías del gobierno debieran estar conducidas a la construcción de espacios de gobernabilidad, a proponer políticas públicas que enfrenten la pobreza, la desnutrición, la insalubridad, el bajo nivel de escolaridad; a abrirnos espacios en el cada vez más globalizado mundo comercial y a promover todo cuanto pueda contribuir a cimentar una nación fuerte, estable, en crecimiento sostenible y sólidamente democrática.

Sin embargo, usted y su gobierno están violando la Ley electoral 275-97, con el uso abusivo e ilegal de los recursos del Estado en la campaña electoral. Violan también la Ley de Función Pública que prohíbe a los funcionarios pronunciar discursos electorales, distribuir propaganda política y participar activamente en campañas electorales.

Casi la totalidad de los Secretarios de Estado ocupan posiciones relevantes en la dirección de la campaña electoral del PLD y cuando se les reclama un cese a esta violación, salen con argumentos peregrinos de que esa Ley no puede ser retroactiva y que ya el comité de campaña estaba creado cuando dicha Ley fue aprobada. ¿Cómo es posible retorcer la ley?

De igual manera, Usted y su gobierno violan sistemáticamente la Ley de Contrataciones y Concesiones del Estado, la Ley de Presupuesto y la Ley de Acceso a la Información Pública, entre muchas más.

Señor Presidente, la historia, ese juez inexorable, se encargará algún día de evaluar los graves daños que su actitud está provocando a la sociedad dominicana y ojala que no sean palabras admonitorias, aquellas pronunciadas por Joaquín Balaguer, de quien usted se ha declarado admirador y seguidor, cuando en uno de sus discursos recogidos en “la Voz del Capitolio”, señaló: “Ay de los partidos que vuelven la cara atrás y después de haber salido al campo de la lucha con una bandera revolucionaria, la bajan para sustituirla por una bandera distinta, abdicando de sus ideales con el pretexto de que “estamos obligados a la transacción y al compromiso para realizar el proceso revolucionario prometido”.

Ayer, la República Dominicana estaba dividida entre corruptos y peledeístas, y hoy, ¿cómo estará dividida?, cuando justamente miles de peledeístas han sido echado de su lado para dar paso a seudos dirigentes opositores cooptados mediante las más burdas de las hazañas corruptas que se haya registrado en la historia gubernamental.

Lo que define hoy día al núcleo ideológico del grupo que le rodea no es el conservadurismo, sino el absolutismo y recuerde que la ambición desmedida puede convertirse en avaricia y en un deseo frenético de triunfar a toda costa, aún sea pisoteando las más elementales normas de respeto hacia los demás.

Más que en ningún otro momento de nuestra historia, necesitamos impulsar nuevas utopías, nuevos referentes y nuevas formas de hacer política. La política no puede seguir haciéndose sobre la base de la destrucción de los adversarios, olvidándonos que todos formamos parte del sistema y que una agresión a un órgano del sistema es una agresión a todo el sistema.

Si usted lograra la destrucción del sistema de partidos será su propia destrucción. La desarticulación de la democracia agregará también un colofón indecoroso a su carrera política.

La dignidad permanecerá. Resistiremos heroicamente la suma de todas las barbaries que se vienen cometiendo contra el Partido Reformista, los partidos de oposición y grupos de la sociedad civil que hemos decidido transitar un camino diferente, enfrentando con seriedad a su gobierno y a su política de hambre, miseria e ineficiencia de los servicios públicos fundamentales.

Usted tiene el mazo y está golpeando duramente e innecesariamente a nuestra organización, el Partido Reformista Social Cristiano, que sólo está participando del juego democrático y procurando el legitimo derecho de la alternabilidad en el ejercicio del poder. Sin embargo, quiero recordarle al afamado poeta inglés John Donne, quien inspiró con uno de sus mejores pensamientos, a nuestro inmortal Ernest Hemingway para escribir en 1940 su novela “Por quién doblan las campanas”.

Escribió John Donne y repitió Hemigway: “Ningún hombre es una isla en sí mismo; cada hombre es parte de tierra firme; si un trozo de tierra es arrastrado por la marea el continente disminuye. La muerte de cualquier hombre me hace más pequeño, porque soy parte de la humanidad, por tanto no preguntes por quien doblan las campanas, doblan por ti”

Siéntase usted en el pináculo de su gloria. Siga golpeando duramente a los que como yo, tenemos la responsabilidad de decirle basta ya de tantas ignonimias. Y recuerde, Presidente, que en el mundo terrenal nada es eterno, ni inmutable, ni inconexo, y que todo lo que sube tarde o temprano tiende a bajar. Es su responsabilidad, cuando le toque bajar, hacerlo lleno de gloria, o cubierto por oropeles de oprobios e infamias contra el pueblo dominicano.

Finalmente, en mis reflexiones, que muchas veces no encuentran explicación lógica, lo asocio a aquel joven romano, artista y poeta, soñador de la Grecia antigua, que sin él pensarlo ni soñarlo, por artificios de Séneca, llego a ser emperador de Roma, y a quien por sus malas obras la posteridad lo ha convertido en la referencia de la maldad, seria una pena que así terminasen sus días.

La historia lo juzgará.

Ing. Federico Antún Batlle
Ciudadano y Presidente del PRSC.