jueves, 13 de marzo de 2008

PRSC y democracia dominicana

Por: Guillermo Caram

La respuesta del electorado debe ser la de repudiar estas prácticas debilitadoras de nuestra democracia; votando por el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) y en contra de quienes propician el debilitamiento de la organización

Balaguer, al arengar a los reformistas en ocasión del inicio de la campaña electoral del 1998 en el parque de Las Piedras en San Cristóbal, lanzó una de esas grandes admoniciones que lo caracterizaron por perdurar en el tiempo y por dar respuestas anticipadas a situaciones que preveía: “la democracia dominicana es mejor con un PRSC fuerte”.

Esta admonición readquiere vigencia en estos momentos en que el PRSC está sufriendo agresiones de instancias que lo exponen a sucumbir ante las tentaciones gubernamentales; sin percatarse que con ello contravienen la advertencia del líder reformista, asestando un duro golpe a la democracia dominicana; incluso en perjuicio de quien agrede.

Tal sería el caso del Presidente Fernández si el PRSC llegara a debilitarse de tal manera que lo dejara en los brazos de su propio partido y con el radicalismo perredeista como opositor; con el agravante que estos resultados se alcanzarían por el accionar de quien se ha abrogado la herencia del “reformismo histórico” y se ha prevalido de su privilegiada posición como Jefe de Estado.

Agresiones que, por demás, resultan innecesarias y contraproducentes, teniendo en cuenta la negociación forzosa que impone el sistema de doble vuelta electoral.

Pero también conspiran contra la democracia dominicana, al tenor de las admoniciones de Balaguer, aquellos dirigentes del PRSC que sucumben ante las tentaciones gubernamentales motivados en intereses o necesidades pecuniarios inmediatos.

Y hasta la propia dirección reformista, que no acaba de dar una lectura adecuada a la realidad interna y externa que le circunda ni de ofrecer un espacio sistemático de discusión y desahogo para las inconformidades propias de un proselitismo político ausente de valoraciones patrióticas, éticas e ideológicas.

A pesar de estas agresiones que sufre el PRSC, y precisamente por ellas, la respuesta del electorado debe ser la de repudiar estas prácticas debilitadoras de nuestra democracia; votando por el PRSC y en contra de quienes propician el debilitamiento de la organización.

Y ello no es descartable, puesto que si bien la agresión contra el PRSC proyecta inicialmente el debilitamiento del partido; puede terminar provocando una indigestión que lleve a los electores a votar en contra de los agresores, si es que la campaña proselitista se llegare a reorientar pronta y adecuadamente.

Guillermo Caram es político
guillermocaram_candidato@hotmail.com

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