lunes, 28 de enero de 2008

Sobre tres temas de interés nacional

Por: Guillermo Caram

1. Irresponsabilidad en el manejo económico del gobierno
2. La campaña no debe convertirse en concurso de promesas
3. Los cacerolazos no son clientelistas


1. Faltando 203 días para la terminación del presente período de gobierno, insistimos en la irresponsabilidad con que el gobierno está actuando en los siguientes puntos:

• En la indiferencia mostrada frente a una crisis económica internacional, de repercusiones nacionales insospechables que todavía no se pueden dimensionar; cuando, si se tomaran las previsiones de lugar, la economía dominicana pudiera resultar favorecida con la misma.

• En el festival de subsidios sin las previsiones fiscales correspondientes hasta el mes de las elecciones, con la marcada intención de retirarlos una vez terminen las mismas

• Ante la pobreza desnudada por las tormentas Olga y Noel que hicieron callar el discurso de “milagro económico” que predominaba en el gobierno.

2. La opinión pública no debe permitir que la presente campaña se convierta en un escenario para un concurso de irresponsables promesas electorales como están participando el gobierno y algunos opositores; sino convertirla en escenario para responsables planteamientos sobre los temas que deben ser abordados en una Agenda a discutir, para la toma de decisiones conjuntas, entre todas las fuerzas activas de la nación - políticas, empresariales, profesionales, populares, comunitarias, etc - para solucionar los graves problemas que se destaparán cuando se abra esa caja de pandora que nos dejará el gobierno del PLD el próximo 16 de Agosto originados en:

• el inadecuado modelo económico seguido que apoya las importaciones de consumo en lugar de la producción nacional,

• en el artificial crecimiento económico medido a través de indicadores inadecuados

• en la estabilidad sustentada en el endeudamiento,

• en el consecuentemente enorme déficit de la balanza de pagos,

• en el enorme derroche de gasto público generador de déficits

• en la pérdida de competitividad de nuestra economía reconocido por los principales foros económicos mundiales

• en los favoritismos económicos y sociales en la distribución del gasto

3. Los cacerolazos constituyen la expresión menos clientelista del clientelismo. Ciñéndonos a la definición de cliente del diccionario de la RA, “persona que está bajo la protección o tutela de otro”, o de lo que es un cliente en el comercio que relaciona directa y estrechamente al comprador con el vendedor; nada de eso sucede en los cacerolazos. En ellos no se sabe quien recibe la asistencia del candidato, no se compromete al que recibe la ayuda. Las personas asisten libre y voluntariamente sin que nadie las lleve y sin presión alguna. No se pasa lista ni se apunta a nadie, ni se condiciona la ayuda. No es el caso de los padroncillos que desarrolla el partido de gobierno en los que pretenden controlar el ejercicio del sufragio, según han admitido funcionarios oficiales; pudiendo recurrir a la posibilidad de cruzar ésta información con los beneficiados de las tarjetas solidaridad.

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