jueves, 14 de febrero de 2008

Estado débil

La debilidad más común es la no aplicación, o peor aun, el abierto desconocimiento de sus propias leyes, cuando no su aplicación selectiva o arbitraria

Por Pelegrín Castillo

La tradicional debilidad del Estado dominicano, condicionada por una articulación perversa de política clientelista populista y negocios rentistas, tiene múltiples expresiones. La más común es la no aplicación, o peor aun, el abierto desconocimiento de sus propias leyes, cuando no su aplicación selectiva o arbitraria.

También esa debilidad se manifiesta en forma preocupante, en la pérdida progresiva de control sobre sus fronteras terrestres, marítimas y aéreas, mientras mantenemos fuerzas militares -reservas incluidas- de más de cien mil efectivos.

En otras ocasiones, la debilidad se traduce en situaciones incongruentes, irracionales, que rayan en lo absurdo, pero que siempre ponen en evidencia un déficit en la identificación y defensa de los intereses nacionales. Pasemos revista a algunas:

Pese a que el sector minero tiene un potencial extraordinario para impactar en el desarrollo de la nación –solo el proyecto Falcondo Xtrata generó en 2007 ingresos públicos cercanos a RD$12 mil millones –la Dirección General de Minería apenas cuenta con un presupuesto de RD$34 millones.

La desatención de la institucionalidad de ese sector ha sido tan persistente, que no solo influyó en el cierre de las carreras de minas y geología hace más de 10 años, sino que arriesga importantes iniciativas para su relanzamiento.

En tanto, mientras se proclama un compromiso con el libre comercio, suscribiendo acuerdos tras acuerdos, no han merecido atención los reclamos de Digenor, en favor de un sistema nacional de calidad, o algo más elemental, para la adquisición de los laboratorios de metrología, que son herramientas imprescindibles para competir y exportar.

¿Podemos seguir hablando de modernidad y progreso, desde los poderes públicos, cuando los incipientes programas de investigación y desarrollo del IIBI carecen de recursos, o cuando se aplaza el programa de Internet Dos para el avance de la ciencia y la tecnología de las universidades, por falta de recursos? ¿Qué decir de la ausencia de fondos para la entrega del Premio Nacional en Innovación en Ciencia y Tecnología, Eugenio de Jesús Marcano? El mar y sus riquezas son un punto central en la agenda nacional de todo Estado insular o “archipielágico”.

Hablamos de pesca, energía, transporte, servicios marítimos, minería, tesoros submarinos… pero, esa agenda acusa un rezago lamentable, que no solo puede explicarse por las presiones neocolonialistas de las potencias vecinas.

Si queremos evitar que de Estado débil pasemos a Estado fallido debemos reaccionar, con determinación frente a estas y otras muchas situaciones similares.

Pelegrín Castillo es diputado por la FNP

No hay comentarios: