jueves, 1 de noviembre de 2007

Después de Noel

Por: Danny Alcantara

El país ha sido sacudido con extrema rudeza. La tormenta tropical Noel ha revelado la fragilidad de puentes y carreteras. O visto de otro ángulo la naturaleza nos ha mostrado nuevamente su furia y su grandeza.

Se confirma una vez mas el nivel de pobreza en que vive el país. La cantidad de casuchas que la crecida de los ríos y arroyos nos han puesto a observar es espantosa.

A muchos que no conocen de cómo se vive en las riberas de los ríos puede que le haya sorprendido la cantidad de familias que han ido a meter su pobreza en una casucha levantada en terreno de nadie, en terreno del río.

El apego a pequeñas cosas materiales, mostrado por cientos o miles de familias cuando hubo de sacársele de la zona en que viven también nos da una idea de lo precario.

En estos casos existe una relación muy estrecha entre el nivel de pobreza y la vulnerabilidad de las personas.

Hay muchas lecciones que la tragedia nos ha dado.

Ahora, en pleno proceso de reconstrucción se impone de la unión de voluntades y esfuerzos.

Se demandará eficacia de las autoridades ante la dura tarea que la circunstancia ha impuesto.

A los afectados o a todo el país le debemos reclamar paciencia. Debemos mostrar sentido de lo racional.

Además de la ayuda que podamos ofrecer para los afectados, es conveniente no especular, no acaparar con bienes escasos y de mucha demanda en estos momentos.

Debemos actuar con el mas alto sentido del colectivo.

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