Que el presidente Fernández invite a los directores de medios hoy, y les aclare, entre otras cosas, el tema de los contratos con la Sun Land, es lo aconsejable, y lo que se debió hacer desde que se conoció el caso del préstamo de los 130 millones de dólares. El segundo contrato, el de los 200 millones, no se podía despachar con una lacónica nota de prensa de la que, encima de todo, lo que se deducía es que Palacio había intentado sacar adelante ese engendro, -con todo su empeño-, y que si fracasó no fue porque le faltara la firma de Pina Toribio o porque en un ataque de institucionalidad hubiera decidido darlo a conocer al Congreso. Sencillamente, el dinero no apareció. Así que, más de un año después le colocó el sello de "cancelado".
Tal como se ha mostrado, el contrato traía un delicioso addendum, la nota en la que se explica que no hace ninguna falta dejar registrado el asunto ni notificarlo a ninguna instancia. Genial. ¡Viva la transparencia!
La firma del Presidente Fernández es la única rúbrica oficial común a los dos contratos. Así pues, se entiende que la opinión pública espere que él mismo aclare todo. Mientras, subyace la sospecha de que a Pina Toribio, en el caso del segundo contrato, lo ignoraron o confundieron, como en el caso de la Isla Artificial. Y que las razones de Freddy Pérez para negar ante las cámaras de televisión que él firmara dicho contrato son dignas de conocerse.
Debe explicarse todo, y muy bien razonado. A fin de cuentas, tenemos un proyecto de reforma constitucional pendiente. Quien lo está empujando y tiene la mayoría congresual para sacar adelante cualquier reforma debe demostrar que respeta esa Constitución.
IAizpun@diariolibre.com
Tal como se ha mostrado, el contrato traía un delicioso addendum, la nota en la que se explica que no hace ninguna falta dejar registrado el asunto ni notificarlo a ninguna instancia. Genial. ¡Viva la transparencia!
La firma del Presidente Fernández es la única rúbrica oficial común a los dos contratos. Así pues, se entiende que la opinión pública espere que él mismo aclare todo. Mientras, subyace la sospecha de que a Pina Toribio, en el caso del segundo contrato, lo ignoraron o confundieron, como en el caso de la Isla Artificial. Y que las razones de Freddy Pérez para negar ante las cámaras de televisión que él firmara dicho contrato son dignas de conocerse.
Debe explicarse todo, y muy bien razonado. A fin de cuentas, tenemos un proyecto de reforma constitucional pendiente. Quien lo está empujando y tiene la mayoría congresual para sacar adelante cualquier reforma debe demostrar que respeta esa Constitución.
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