Todo está que ni pintado para que a la opinión pública se le olvide, -como en otras tantas ocasiones-, el caso de los 130 millones de dólares de la Sun Land. Ya ha empezado la pelota, ofrecen un millón de pesos por dar pistas en el caso Narcisazo (curioso momento para sacar de la gaveta el expediente) y el domingo se lee la sentencia del caso Baninter. Tres temas de peso para barrer de encuentro cualquier otra menudencia.
Ese es el problema, que no es ninguna menudencia. La política informativa del Gobierno ha sido curiosa. Primero, callar. Segundo, insultar. Tercero, despistar. A este paso, y si Félix Bautista no se espabila, le van a dejar solo y va tener que responder por el caso.
Hay antecedentes de la estrategia y si no que hable con Inchausti.
El caso no va a desaparecer de las primeras páginas, es mucho dinero. Hay mucha confusión, poco interés en aclararlo (lo que lo hace más interesante) y por encima de todo… no se dice dónde están los más de 4,300 millones de pesos. Se sabe, sí, que fueron pedidos para hacer diez u once obras, y que luego, por medio de una cartita se decidió que fueran cinco. Se sabe que no se han terminado en el plazo previsto y que no se finalizan por ahora. Se sabe que el interés en caso de mora es de más de 20% anual, pero no se sabe el interés al que se contrató el préstamo y no se sabe por qué razón de ingeniería financiera el Gobierno puede endeudar al país sin permiso del Congreso. Los contratistas no abren la boca, la Sun Land tampoco responde a lo que se le pregunta y el Gobierno lanza cortinas de humo para ver si se enfría la cuestión. Pero ¡qué va! Siempre aparecerá alguien, que, como en la película "Jerry McGuire", grite… "Show me the Money!
IAizpun@diariolibre.com
Ese es el problema, que no es ninguna menudencia. La política informativa del Gobierno ha sido curiosa. Primero, callar. Segundo, insultar. Tercero, despistar. A este paso, y si Félix Bautista no se espabila, le van a dejar solo y va tener que responder por el caso.
Hay antecedentes de la estrategia y si no que hable con Inchausti.
El caso no va a desaparecer de las primeras páginas, es mucho dinero. Hay mucha confusión, poco interés en aclararlo (lo que lo hace más interesante) y por encima de todo… no se dice dónde están los más de 4,300 millones de pesos. Se sabe, sí, que fueron pedidos para hacer diez u once obras, y que luego, por medio de una cartita se decidió que fueran cinco. Se sabe que no se han terminado en el plazo previsto y que no se finalizan por ahora. Se sabe que el interés en caso de mora es de más de 20% anual, pero no se sabe el interés al que se contrató el préstamo y no se sabe por qué razón de ingeniería financiera el Gobierno puede endeudar al país sin permiso del Congreso. Los contratistas no abren la boca, la Sun Land tampoco responde a lo que se le pregunta y el Gobierno lanza cortinas de humo para ver si se enfría la cuestión. Pero ¡qué va! Siempre aparecerá alguien, que, como en la película "Jerry McGuire", grite… "Show me the Money!
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