viernes, 5 de octubre de 2007

Desviar la atención

POR: DANILO CRUZ PICHARDO

Resultados de una encuesta realizada en el año 1993 revelaban que el 100% de los dominicanos adultos conocía a Jack Veneno, campeón de la bolita del mundo; pero sólo el 15% leía periódicos y un 6% daba lectura a los artículos de opinión.

Es posible que la lectoría haya aumentado, porque hay diarios gratuitos y dos o tres que son digitales, pero muchas personas sólo se interesan por noticias basadas en hechos violentos, el horóscopo, los clasificados, la farándula y las disciplinas deportivas. Un buen porcentaje no lee las internacionales, los asuntos políticos y mucho menos económicos.

Independientemente de que el gobierno hable de “progreso y modernidad” la sociedad que se quiere es la que tenemos: la del atraso. Ahí radica el hecho de la baja inversión en educación y elevados gastos en publicidad, por los medios electrónicos, publicidad cargada de mentiras. La ignorancia es caldo de cultivo para la manipulación.

Es cierto que el principal partido opositor, el PRD, tiene un crédito público muy pobre, pero el bajo nivel educacional de amplios segmentos de la población constituye la mayor causa en la baja repercusión que ha tenido la grave denuncia sobre el contrato de préstamo por 130 millones de dólares, sin la aprobación del Congreso Nacional, hecho por la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado y que involucra a la compañía Sun Land Corporation RD.

Se trata de una operación que viola la Ley de Presupuesto y Gasto Público, la Ley de Crédito Público y el artículo 113 de la Constitución. La mayoría de la gente no entiende nada al respecto, pero algunos instruidos se hacen cómplices con su silencio y hay quienes ven normal esa operación dentro del carnaval de irregularidades y las débiles instituciones.

La iniciativa que no cuenta con la anuencia del candidato presidencial perredeísta, de quien el suscrito ha dicho siempre que actúa como quien teme a algo, porque evade todos los temas relacionados a corrupción.

Hasta el momento, el Presidente de la República no se ha referido al asunto y posiblemente no lo haga, porque ha sido su estilo. El silencio es el primer paso para desviar la atención. El segundo sería la imputación de un grave y punible hecho hacia alguien del litoral perredeísta, con el objeto de colocar a esa organización a la defensiva.

El presidente Leonel Fernández, en su discurso pronunciado en la Sexagésima Segunda Asamblea de las Naciones Unidas, acusó al pasado gobierno de incrementar el crimen y el narcotráfico. Sus palabras podrían ser un indicio de la respuesta que se le daría a la acusación hecha por la dirección del partido blanco. Un indicio también del carácter que tendría la campaña electoral venidera.

La acusación que pesa sobre el gobierno es gravísima, pero Leonel es un hombre de sangre fría, que parece no inmutarse. Y como conocedor de la comunicación, procurará desviar la atención mediante alguna temeraria imputación hacia la oposición, cuyo blanco principal es, naturalmente, su candidato presidencial.

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