viernes, 12 de octubre de 2007

A.M. "Sudoku "

Puede ser que el nombramiento de Fefita la Grande haya sido uno de los más inteligentes que ha hecho últimamente el presidente Fernández. Es empresaria exitosa, tiene una personalidad a prueba de bombas y le ha declarado su adoración siempre que ha tenido oportunidad. Es de Santiago, donde la candidatura morada va mal y además… canta, que en campaña siempre es un plus. Lo único inquietante es que ella misma no sabe por qué la han nombrado, ni qué tiene que hacer, así que engordar la maquinaria estatal con tan poco fundamento no parece una idea muy gloriosa.

Descifrar a estas alturas la política de nombramientos de Fernández es como resolver un Sudoku. Entretenido, retador, tiene su método, ejercita la mente y no lleva a ninguna parte.

Que el Gobierno se dedique a recoger a reformistas oportunistas o simplemente inconformes, a halagar a personajes populares, satisfacer favores pasados o futuros o reventar la nómina de la Secretaría de Asuntos Exteriores con embajadores adscritos y alternos (¿será que unos van lunes, miércoles y viernes y otros martes y jueves por falta de espacio?) delata, según quién lo analice… debilidad. Pan y circo para distraer. ¡Más Fefita y menos Sun Land!

Esos nombramientos son una estrategia, opinan otros. Son votos que suman, uno a uno. Quizá es cierto, pero la idea de meter en nómina a todo posible votante es una estrategia realmente alarmante y no resiste un análisis serio, ni siquiera bajo el prisma de las tácticas de Amable. Ahora bien, nombrar en una comisión oficial a los transportistas que todavía deben responder ante la Justicia por el caso de las mujeres trabajadoras que resultaron quemadas en una huelga… ya tiene otro matiz. Eso ya no es tan gracioso.

IAizpún@diariolibre.com

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