Caminaba un rico industrial de una fábrica de jabones junto a un misionero recién llegado a su ciudad. El misionero le compartía al distinguido sujeto sobre su fe en Jesucristo y en la Palabra de Dios. Le compartía, además, sobre el sacrificio de amor de Jesús en la cruz y como su muerte es el sacrificio sustitutivo por nuestros pecados.Sin embargo el rico industrial comenzó a arremeter contra el mensaje del joven misionero. “¿De que sirve el evangelio a una madre soltera; que ha hecho Dios por los borrachos y viciosos de esta ciudad, los ladrones, los infelices, dime que ha hecho? ¿Por los divorciados y por la familia en decadencia, que ha hecho ese libro desfasado y anticuado”, asiendo referencia a la Biblia.
El joven misionero guardó silencio ante la ráfaga de reproches de su nuevo amigo. Solo meditaba y oraba en su interior por la palabra correcta. Luego de varios minutos Dios inspiraba al joven con una respuesta demoledora: “Usted y su empresa de jabones son un fraude, no funcionan”. Esto provocó en el industrial una gran sorpresa: ¿¿¿Qué??? ¿De que hablas? Continuó el misionero: “Mire esos niños sucios que piden en esas esquinas, ¿qué ha hecho su jabón por ellos? ¿Y qué de esa viejecita que nos acaba de pasar por el lado, no sintió su hedor?
Respondió en hombre, “Pero, ¿cómo mi producto los puede ayudar sino lo utilizan? La calidad de mi producto está comprobada, pero sujeto a su utilización”. El joven misionero con una sonrisa amorosa respondía al industrial: “De la misma manera el evangelio de Jesucristo está sujeto a que cada persona lo reciba y lo viva.
Continuaba su presentación: “Las familias de la ciudad, los matrimonios, los amargados de espíritu, rechazados, solitarios, los desesperanzados, en fin, cada persona, mi querido amigo, necesita quitarle la envoltura de religión a Jesús y ponerlo como nuestro modelo de vida. Tomar la Palabra de Dios como el marco de referencia para vivir. La Palabra del Señor es práctica, es viva, es transformadora, es vida eterna”. Luego de un silencio breve el hombre solo le preguntó “¿puedes hablarme mas al respecto?” Mientras continuaban su caminata.
Joaquín Pérez – Popín
Pastor General
Iglesia Amor a Quisqueya
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