Por: Dany AlcántaraUn día como hoy del año 2001, a esta hora el mundo vivía uno de sus momentos de confusión más recordado. Se produjo la sacudida del derribo de las torres gemelas en la ciudad de Nueva York.
Se materializó el nivel de incomprensión del ser humano. Se acude a la matanza de casi tres mil personas para llamar la atención y conseguir el respeto de sus ideas, de su creencia.
El grupo que sigue a Ozama Bin Laden, conocido como Alquaeda buscando la paz ha hecho la guerra.
Desde aquel día la paz ha terminado para todo el mundo. Nadie está seguro en ninguna parte.
Todos sabemos que vivimos en un mundo a expensas de alguien con ideas descabelladas, para nosotros, pero con fundamentos para otros.
Con aviones como ocurrió en el 2001, con gases, con bombas, que químicos en diferentes versiones hemos hecho un mundo temido.
Hoy solo nos queda aprovechar este espacio para maldecir el terrorismo y solicitar mayores esfuerzos en el combate. A quienes han perdido a un ser querido en estos lamentables acontecimientos mas que conformidad le pedimos repudiar este método de reclamos.
La paz no puede llegar, no debe llegar como consecuencia de la guerra.
Todos debemos aspirar a un mundo el que se respete el derecho a la vida, por sobre todas las cosas.
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