martes, 18 de septiembre de 2007

Sarcasmo y misoginia de algunos funcionarios

POR SUSI POLA

SANTIAGO.- Aunque se sospechan -¡siempre se sospecha!- intenciones expresas de recurrir al descrédito personal, sobre todo en tiempo de campañas políticas, es decir, siempre, el pueblo viene a conocer el verdadero intríngulis del poder y sus circunstancias, a partir de las canalladas y trapacerías de algunas personas que administran, administraron y administrarán, los recursos comunes y nacionales.

En estos días de encuentros y desencuentros, nada es más desalentador que las declaraciones de algunos que son, fueron y serán funcionarios dominicanos.

Y aunque todo dependa del tiempo conjugado, la desfachatez y la ironía, siempre resultan irremediablemente desencantadoras y dolorosas para el pueblo. Y si no, analicen la respuesta del Superintendente de Bancos, cuando expresó que desconoce el monto del salario que percibe y dice creer, aunque no está seguro, que puede estar entre 360 y 450 mil pesos mensuales, sin incluir otros beneficios. "Fíjate, tú sabes que yo no sé en realidad, de verdad, yo sé que gano bien, yo sé que gano bien, pero no sé si son 360 mil ó 450 mil. No sé en realidad, porque tengo muchos descuentos, sobre trescientos, y quizás sobre cuatrocientos, pero no, no estoy seguro, porque tengo financiamientos, tengo algunas cosas".

Ya quisiera el casi 80% de la ciudadanía dominicana perder la memoria -en tiempos de risa- y no tener que acelerar infartos y cánceres por el estrés de calcular entradas irregulares y magras de salarios de "morindanga", que ni siquiera dan para mal comer. Precisamente, el Superintendente éste, junto con el resto de los marchantes de la política que ganan sueldos escandalosos, en un grave error de cálculo, y con sus socarronerías, han convertido en objeto de sus burlas a una ciudadanía desempleada, empobrecida y enferma, que apenas puede creer tanta desfachatez.

¡Otro pecado social del que dar cuenta y de cuyos efectos, hay que temer!

Y como en retórica, la ironía es la figura del discurso en la que se da a entender lo contrario de lo que se dice, nos queda claro que en los bolsillos de estos funcionarios, son macutos donde esconden gatos, entre otras cosas.

Y si fea es la ironía en cosas de gobierno, peor resulta unida al sexismo, racismo, clasismo y demás discriminaciones que suelen converger en estas personalidades ubicadas en los espacios de poder, las que irónicamente por cierto, se pretenden y muestran como las indicadas de los dioses -y no de diosas- para cumplir un designio, divino al parecer, de hacerse cargo de nuestras cosas.

Basta darle una mirada al análisis prejuiciado del llamado conflicto de la Junta Central Electoral, que señala como centro del "problema" a una mujer, única persona dentro de ese colectivo que reaccionó frente a la corrupción del mecanismo interno de adjudicarse incentivos, exenciones de impuestos y otras truchimanerías, desestimándolas valientemente.

Para el juez a cargo de la Cámara Administrativa, mantenido desde la antigua JCE -y en la que poco hablaba, por cierto- que Aura Celeste Fernández reclame la igualdad de funciones entre las Cámaras, la autonomía de ellas, así como el control presupuestario por el colegiado de jueces y juezas, se trata de "chismes de comadre y deseo de protagonismo". Una reacción misógina e irónica en alusión a las características asignadas a las mujeres en la cultura tradicional y patriarcal, que retratan el sexismo de quien analiza.

La integridad de Aura Celeste Fernández está fuera de cuestionamiento y sus reclamos representan todo lo que la ciudadanía quisiera demandar si estuviera allí. Por lo tanto, son requerimientos asexuados, de dominicanos y dominicanas, en los que la expresión misógina no tiene ya cabida.

Resulta chocante y hasta perverso, que estos funcionarios se descompongan con tanta frecuencia, dejen aflorar su escasa preparación humana y opten por la ironía para retratarse y retratarnos al pueblo, como miserables súbditos/as de "sus señorías". Hasta parece que de tanto usar la masculina imagen de los peloteros, terminaran por creer que están en una "chercha" deportiva de ¡ganar-ganar! Cuidado: la administración del Estado no es un juego de pelota!

susipola@gmail.com

No hay comentarios: